Un parto cualquiera. Tercera parte y FINAL.

Ahora te toca sentarte en una silla de plástico incómoda del diablo mientras 6 desconocidos te miran a la cara mientras sufres y quieres arañarte la cara mientras esperas a que digan tu maldito nombre por el altavoz.

Un parto cualquiera. Segunda parte.

Mi “particular” homenaje a mi primer Día de la Madre. Al llegar a casa de urgencias, tras dos noches sin dormir, pensé “vas a caer redonda”. Claro que sí, guapi. Las contracciones ni me dejaban dormirme ni relajarme. Fui al baño porque notaba humedad, rezando porque fuera la dichosa bolsa. Pero NO. No vas a…